domingo, 10 de junio de 2012

VISITA ILUSTRE (PARTE 2)

Ya las catorce.
Nadia y Laura decidieron lavar los platos y limpiar la mesa.
-Vos cocinaste, ahora nos toca a nosotras-
Me fui al living. No tenía ganas de andar por internet. Cambié de radio y me recosté en el sillón. No soporto la 100, no me cuadra por qué a Na le encanta. Yo soy de la Aspen, así que puse Aspen. Me agarró una modorra importante. Levanto la vista y aparece Laura.
-¡Qué carita! me mentiste, me parece que anoche cogieron de lo lindo y ahora estás fusilado-
-¡¡¡Ojalá!!! No hicimos nada anoche, si le vino en serio. Me quedé viendo videos en internet- se sentó en el otro sillón y se descalzó. Empezó a reírse, soltándose el pelo.
-Anoche tuve una noche remala-
-¿Mal cogida acaso?-
-Ni eso, si fuera por coger al menos. Al hermano de la pelotuda esta de Cony no lo espero más, me dejó plantada dos veces ya-
-Se dio cuenta que estás loca, por eso-
-Ay, qué pedazo de hijo de puta que sos- me dio una patadita con su pie izquierdo, como buena zurda que es.
-Mucho bla bla bla- apareció Nadia y se sentó a upa mío. Cuando puso su mano en mi entrepierna, noté la mala expresión de Lau y Nadia tomó la palabra.
-¿Así que el hermano de Cony te dejó de clavo?-
-Sí, me cansé de ese pelotudo. Da más vueltas que la calesita-
-Como hacés vos con los tipos ¿viste, viste qué feo es sentirse boludeado?- qué maliciosa mi mujer, por Dios. Esa tarde estaba contenciosa. Menos mal que son amigas, pensaba...
-Eso mismo pensaba anoche. Llegué a casa temprano, prendí la tele y me tiré en el sofá...-
-¿En el sofá? ¿y tus viejos?-
-De vacaciones, se fueron la semana pasada-
-Ah, por eso viniste entonces- más maliciosa mi mujer aún.
-Un poco por eso, si vos sabés que eso de estar sola en casa me pone nerviosa. Otro poco porque tenía ganas de verlos y otro poco porque quería caminar-
-¿Viniste caminando con este calor?- ella vive a unas veinte cuadras de nuestra casa.
-Estoy loca ¿no?-
-¡Vos lo dijiste!- respondí. Me dio otra patadita.
Se levantó para ir al baño y al verla de espalda, supe que estaba igual que cuando teníamos 25 años. Me colgué recordando esos años cuando sonó el teléfono y Nadia atendió. Casi nadie me llama al teléfono de línea, así que ni lo atiendo. Ese llamado me trajo de nuevo a este domingo. Tal la costumbre de Nadia, se va a hablar al patio. Regresa Laura del baño y va con Nadia. Oigo el diálogo....
-Llamó mi mamá-
-¿Tu mamá? ¿cómo está? hace tanto que no la veo-
-Ahí anda con su vida de siempre, le dije que estás con nosotros-
-¿Y qué te dijo?-
-Que no te casás más, vas a quedar soltera-
-Siempre lo mismo tu mamá, muy graciosa- cara de culo de Lau.
-Bueno, vamos adentro-
-Decile a Gastón que salga con nosotras-
-¡¡Mi amor!! ¡¿venís al patio?!-
Fui tras ellas.

Estuvimos un buen rato los tres a la sombra del único árbol del patio. No es gran cosa, pero al menos algo de patio con un poco de verde tenemos; alcanza para tener la pileta, el tilo y un poco de espacio para moverse y colgar la ropa. Gracias al muro alto hay intimidad para andar en pelotas si queremos. De hecho, Nadia y yo hemos cogido varias veces durante los veranos. Ahí estábamos los tres en plena tarde ya sin indicios de sol.
-Mierda que se puso feo-
-Y vos que viniste caminando para tomar sol-
-Encima ni plata traje para volver en bondi si llueve-
-Quedate si se larga a llover, no te vas a empapar por volver caminando-
-Que se moje, así se le pasa la calentura que debe tener encima- y Na sigue maliciosa!!
-Pero Nadia, un palo atrás de otro, si te molesto tanto me voy entonces- Laura se calentó en serio.

No entendía la mala predisposición de Nadia con Laura esa tarde

-Mejor me voy a dormir un ratito a la cama, me duele mucho la cabeza-
-¿En serio?- le contesté.
-Quedate con ella, estoy cansada, en un rato vuelvo-
La vimos entrar y nos quedamos en silencio. Luego de unos cuantos segundos callados tomé la palabra:
-No sé qué le pasa hoy-
-Todo mal conmigo, se la pasó bardeándome desde que llegué-
-Debe ser la menstruación, le agarra la agresión cuando le viene, todos los meses es lo mismo-
-¿Y vos?-
-¿Y yo?-
-¿A vos no te agarra de no poder hacer nada?- empecé a reírme. Laura volvió a atarse el pelo y se acostó boca arriba en el pasto.
-Me hago la paja y  ya está-
-¿Así de fácil?-
-Y obvio, se descargan los testículos y chau dolor-
-Mirá vos qué suerte los hombres, con una sacudida ya fue. Nosotras tenemos que andar como una semana con los pelos de punta- creo intuir adónde quiere ir la flaca con la charla...
-¿Vos también te ponés loquita?-
-No como tu mujer, a mí no me gusta hablar con nadie y no hablo con nadie cuando me viene-
-Quiere decir que por ahora no te vino-
-Exacto, pero cuando me va a venir me agarra un calor terrible allá abajo, me quema...-
-Eso es calentura-
-Seguro ¿no?-
-Y... tenés un óvulo pidiendo ser fecundado. Tu cerebro activa las hormonas sexuales para que a vos te agarren ganas de sexo y te fecunden el óvulo. Seguro que te viene y chau calor ¿no?-
Exactamente ¿y cómo sabés tanto de endocrinología?-
-Leí en internet-
-Y por lo que leíste, debo tener el óvulo ahí en la gatera- risas de los dos, pero el clima de a poco empezaba a tomar temperatura. Notaba la transpiración de Laura
-Estás empapada, che-
-Uh, sí, estoy toda transpirada ¿puedo pasar al baño así me seco?-
-Vaya, nomás-
Me fui a ver a Na a la pieza. La encuentro hablando por teléfono mientras se cambiaba de ropa
-¿Qué estás por hacer?-
-Me llamó mi mamá de nuevo, me voy a verla un rato-
-¿Otra vez problemas con su noviecito?-
-Algo de eso-
-Pero está Lau de visita ¿le digo que vaya con vos?-
-Si quiere que se quede, que haga lo que quiera, siempre hace lo que quiere-
-Ahora está en el baño lavándose-
-Laura, me voy a ver a mi mamá ¿te quedás con Gas?- Lau sale del baño y viene a nuestra habitación.
-En cualquier momento se larga a llover ¿vas a ir igual?-
-Sí, hace rato que no paso por su casa- termina de ponerse el pantalón
-Bueno, me voy a mi casa entonces a ver si me agarra el agua, que ando sin plata y sin paraguas-
-Las acompaño...- fui con ambas a la puerta
-¿Vas conmigo?- pregunta Nadia a Laura.
-No, gracias, me voy mejor. Por ahí llego antes de mojarme- justo se escucha un trueno.
-Nadia, mejor quedate-
-Voy igual, mi amor- me da un pico y justo pasaba el colectivo. Lo corrió y lo alcanzó. Laura me toma de la cintura, me da un beso en la mejilla y se iba a pie. Dobló en la esquina y entré.
Pensaba en la ocasión perdida para estar a solas con Laura, como hace años no la tenía y no la tuve. Se oye otro trueno y empezó a lloviznar. Otro trueno y se descerraja el cielo. A los cinco minutos tocan el timbre. Corro nervioso a la puerta sabiendo quién podía ser.
-¡¡Dale, abrime la puerta que me empapé!!- abro y al verla pasada por agua, con toda la musculosa violeta pegada al cuerpo, me hizo hervir la sangre.
-Vamos al baño, que te alcanzo un toallón-
-Pero tuyo, de la conchuda de tu mujer no-
-¿Cómo que conchuda?-
-Me re deliró hoy... la puta madre que me tuve que ir antes-
-Y la otra loca se fue igual-
-Estamos solos entonces- me decía secándose las piernas ...esas piernas...
-Estamos solos- se sentó en el bidet y empezó por los brazos.
-No tengo nada para que te cambies-
-Me quedo con esto puesto, que se seca enseguida con mi calentura-
-¡¡¿CON TU QUÉ?!!-
-Ups, con el calor de mi cuerpo quise decir- mirada intensa a mis ojos
-Bueh, me voy a la cocina a preparar mate- caminé algo nervioso. Estaba solamente con el pantalón corto. Me miro y estaba completamente duro. Pensé que seguro me vio, pero pensé que ciertas situaciones se dan en ciertas películas. Pongo la pava, preparo lo demás y aparece en el umbral de la cocina. Noté que dejó el corpiño en el baño, y al adivinar sus pezones bajo la ropa, pregunté:
-¿En serio no querés una remera mía al menos? ¿un corto?-
-Dejame así, en un rato se seca esta musculosa- miro su jean corto...
-No insisto más ¿tomamos?-
-Dale-
Se sentó a mi lado con el pelo suelto y mojado. Afuera llovía a dos manos, ni puedo dejar de mirarla ahora que puedo. Realmente está tan buena como hace ocho años atrás. Sigo deseándola con locura.
-Laura ¿y tu vida amorosa?-
-Ya te dije que es un desastre, no pego una-
-¿Y lo otro, cómo andás?-
-¿Lo sexual? y... escaso, por no decir nada-
-¿Ni un polvo ocasional?-
-Ni eso, ni para sacarme las ganas. Hace tanto que no me cogen-
-Entonces tanto furcio no es casual-
-¿Por lo de la calentura decís? ja ja, ya ni sola me consuelo...-
-Vos estás en llamas en serio- silencio nervioso. Laura empieza a reírse con ganas, se levanta de la silla y apoya los codos en la mesa.
-Te cuento un secretito...-
-¿Secretito?-
-Sí.... anoche dormí poco... no daba más... chorreaba a full... voló la tanga... y me consolé sola...-
Otro silencio y me sale espontáneamente:
-¿Un polvito no da?- nos reímos ambos.
-¿Te volviste loco?- ahí me di cuenta de lo que dije. Volvió a sentarse.
-Perdoná, me salió así de una-
-Estás loco ¿y si llega a venir Nadia?- ya cuando dijo eso me abrió la puerta de par en par, todo el tiempo supo a qué vino y cómo lograrlo.
Una mujer sin códigos, con doble moral.
-Repetí eso de vuelta-
-Claro, boludo. ¿y si viene Nadia qué? ¿cómo explicás que estás garchando?- volvió a levantarse y esta vez vino por todo. Se sentó a upa mío y me abrazó pasándose la lengua por los labios. Lentamente se acercó a mi boca. Seguía lloviendo. En pleno in crescendo... suena mi celular...

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