sábado, 6 de abril de 2013

ENTERRANDO A MAMÁ (PARTE 4)

BASTA DE PASADO. PROHIBIDO RECORDAR.

Así lucía la leyenda del cartel que Sofía acababa de construir y enmarcaba para colgar del living. Tomó una campera y se fue a caminar un poco, a dar vueltas por ahí sin necesidad de padecer el reproche de siempre desde la ventana de siempre con los gritos de siempre:
-¡¡¡Claro, te vas por ahí a buscar un machito y a mí me dejás sola, putita. Si nadie te quiere a vos, adefesio!!!- 
Por las dudas, y fruto del acto reflejo, dio vuelta la cabeza y respiró con alegría al ver la ventana vacía del balcón, al no oír más que el soplido del viento y las hojas rodar por la calle.
-A vos no te quiso nadie... a vos...- susurró.

Volvió a la heladería del último beso. Se pidió un cortado. A los 20 minutos una mano en el hombro la sobresaltó.
-Hola Sofi-
-Hola Mechi, por fin se terminó todo- se abrazaron y lloró como nunca. Mercedes no necesitaba más palabras que esas.
-A mirar adelante ahora, a buscarte un novio que te haga feliz-
-Yo quiero coger, nena, no doy más- se miraron y se rieron. Mercedes se sentó y se pidió otro cortado
-Debe ser raro para vos que nadie te esté insultando ¿no? ¡por favor, qué madre te tocó! ¿se puede hablar mal de ella?-
-Todo lo que quieran, a mí ni me interesa, total esa yegua ya hizo lo que quería, destruyó mi juventud, me dejó sin vida ¿podés decirme qué hago yo con 37 años? ¿qué tiempo me queda para vivir, eh? pronto voy a ser una señora de 40 ¡¡de 40 años y ni viví!!-
-Bueno, vos lo permitiste también un poco, porque cuando te pusiste firme para volver a laburar y dejar de vivir de la pensión de tu viejo, tu vieja se vino abajo mal. Si estas últimas semanas ya ni se le oía putear-
-Uf, qué se yo... ya está, ahora todo eso es historia y no tengo claro qué voy a hacer con todo-
-¿Con todo qué?-
-Si vendo esa casa y me voy a otro lado- Mercedes la miró fijo.
-¿En serio? ¿querés irte de acá?- la tomó de la mano.
-No, irme a otra casa por acá, mudarme de acá no-
-Pero pensalo muy bien, me imagino que querés hacer eso para despegarte de todo. Yo creo que con una mudanza no solucionás nada, deberías rehacer tu vida en ese mismo lugar y darte cuenta que se puede empezar de nuevo. Seguramente a tu viejo le encantaría que esa casa tenga la alegría que él tuvo-
-¿Te acordás de mi viejo todavía?-
-Obvio, cómo lo voy a olvidar a tu papá, si era un genio. Me acuerdo cuando me grabó en 3 cassettes los discos de Queen- siguieron conversando animadamente un buen rato.
-Che, Mechi ¿cuándo venís a comer a casa?-
-En la semana te llamo y vemos ¿tenés el mismo número de celular todavía? Deberías anotarte en facebook así estamos más en contacto-
-¿Facebook? mmm, me explicás cómo es y entro, no soy muy experta en internet-
-¿Pero en el laburo no manejás la compu?-
-Sí, pero mando mails nada más- Mercedes se rió de Sofía.
-Está bien, si tenés internet en tu casa te ayudo-
-No, no tengo en casa, mi vieja...-
-Sí, claro, la conchuda de tu vieja no quería...-
-Eso mismo, la conchuda...- se rieron juntas.
-Pero tenés el mismo número ¿no? ni me contestaste-
-Sí, el mismo. Llamame-