sábado, 29 de enero de 2011

MARIPOSA DE UNA MAÑANA - PARTE 2

-Antonella, uauh, qué hermoso nombre- me repiqueteó durante toda esa noche. Trataba de conciliar el sueño y su carita y su voz que al fin conocí se omnipresentaban en cada parpadeo.
Pasó la semana.
Llegó la nueva clase y antes de entrar un percance familiar de urgencia hace que me retire a las apuradas sin poder verla una vez más. Otra semana más para hacer el intento!.
Otra semana llegó.
Sabía que era ahora o nunca.
Para mi sorpresa, esa clase a la cual falté se armaron unos grupos de trabajo y la profesora me vio parado solo delante de la clase mirando a la nada
-¿No viniste el lunes pasado?-
-No-
-Armamos los grupos, buscate uno enseguida- estaba mirando a la profesora cuando esa misma voz con la cual soñaba cortó el silencio...
-Dale, vení con nosotras-
-¿Ustedes?-
Antonella levantó su mochila invitándome a sentarme a su lado ¡¡a su lado!! me senté y olí su perfume; cuando al fin la miré a los ojos por primera vez se presentó con voz muy segura...
-Hola, yo soy Antonella, ellas son mis amigas Moni y Florencia ¿vos, tu nombre?-
-¿Yo? Chris. Hola chicas, disculpen pero bueno, no pude venir la otra clase, gracias por salvarme del abandono...-
-¿Abandono?- dijo Florencia y empezó a reírse
En cinco minutos pude radiografiarla. Tenía alma de líder. Al hablar se le notaba la firmeza conque exponía sus ideas y debo admitir que era una mujer de muy buenas ideas. No titubeaba para nada. Una mujer así sencillamente es lo que todo hombre debería tener como pareja.


-¿Sabés algo de Florencia? nunca más me llamó ni me escribió, me borró del facebook también, no puede ser que se haya solidarizado con la otra. Parecen pendejas de quince años!!-
-Florencia no la está pasando bien, cortó con el novio hace unos meses y creeme: se "puso" del lado de Anto, dirás que es cosa de pendejas pero es cosa de mujeres-
-¿Y vos, Moni? ¿por lástima aceptaste hablar conmigo?-
-Noooo, sos como un hermanito menor, puedo darme cuenta lo que estás sufriendo por la otra, si esa última vez que se hablaron parecías haber muerto cuando te dijo que la cosa no iba más-
Me revolvió la memoria emotiva. Agaché la cabeza y empecé a llorar.
-Nooo, mi amor, no llores más... bueh, largá todo que yo te abrazo, no guardes nada que te va a hacer peor-
-Soy un cobarde Moni, si me hubiera jugado el todo por el todo capaz que lo dejaba y se arriesgaba por mí, ahora ya está, ya se casó-